Pastel de Vainilla con Mantequilla y Salsa de Suero de Leche

¿Buscas un pastel que combine suavidad, sabor casero y un toque irresistible de dulzura?
Este pastel de vainilla con mantequilla y salsa de suero de leche es exactamente eso: una joya de la repostería tradicional que conquista desde el primer bocado. Su miga es tierna y esponjosa, su aroma a vainilla inunda la cocina, y la salsa de suero de leche le da ese acabado cremoso y ligeramente ácido que equilibra a la perfección el dulzor del pastel.

Perfecto para acompañar el café de la tarde, para una celebración familiar o simplemente para darte un capricho cualquier día. Este pastel no solo es delicioso, sino también muy fácil de preparar, incluso si no eres un experto en repostería.

🍰 Ingredientes

Para el pastel:

  • 3 cucharadas de mantequilla derretida
  • ⅔ taza de azúcar
  • 4 huevos grandes (a temperatura ambiente)
  • 2 cucharaditas de extracto o puré de vainilla
  • 3 tazas de harina para todo uso
  • 1 cucharadita de bicarbonato de sodio
  • ½ cucharadita de polvo para hornear
  • ½ cucharadita de sal
  • 1 taza de suero de leche (buttermilk)

Para la salsa de suero de leche:

  • 1 taza de azúcar
  • ¼ taza (60 ml) de mantequilla en cubos
  • ¼ taza de agua
  • ¼ cucharadita de extracto de vainilla

👩‍🍳 Preparación paso a paso

1. Prepara la masa del pastel

En un bol grande, mezcla el azúcar con la mantequilla derretida hasta lograr una textura cremosa y ligera.
Agrega los huevos uno a uno, batiendo bien después de cada incorporación. Incorpora el extracto de vainilla y mezcla.

En otro recipiente, combina la harina, el bicarbonato, el polvo para hornear y la sal.
Integra los ingredientes secos en tres tandas, alternando con el suero de leche. Mezcla con suavidad, solo hasta que todo esté incorporado —evita batir en exceso para conservar una textura aireada y tierna.

2. Hornea el pastel

Precalienta el horno a 175 °C (350 °F).
Engrasa un molde de unos 25 cm (10 pulgadas) o tipo Bundt con mantequilla o spray antiadherente.
Vierte la mezcla y hornea durante 55 a 70 minutos, o hasta que al insertar un palillo, este salga limpio.
Deja reposar el pastel 10 minutos en el molde antes de desmoldarlo.

3. Prepara la salsa de suero de leche

En una cacerola pequeña, combina el azúcar, la mantequilla y el agua a fuego medio.
Remueve constantemente hasta que la mantequilla se derrita y el azúcar se disuelva por completo.
Retira del fuego y añade el extracto de vainilla. Mezcla bien y deja enfriar ligeramente.

4. Baña el pastel

Desmolda el pastel sobre una rejilla o plato.
Haz pequeños agujeros con un tenedor o brocheta en toda la superficie, y vierte una ¼ taza de la salsa tibia sobre él.
Deja reposar de 15 a 20 minutos para que el pastel absorba toda la humedad y los sabores se integren.

5. Sirve y disfruta

Corta en porciones generosas y sirve el pastel tibio o a temperatura ambiente.
Para un toque gourmet, añade más salsa por encima y acompaña con crema batida, frutas frescas o una bola de helado de vainilla.

💡 Consejos y variaciones

  • Intensifica el sabor: deja reposar el pastel de un día para otro; los sabores se potencian maravillosamente.
  • Conserva la salsa: guárdala en un frasco hermético y refrigérala hasta 7 días. Caliéntala unos segundos antes de usar.
  • Versión ligera: usa harina integral y sustituye parte de la mantequilla por yogur natural.
  • Opción sin gluten: reemplaza la harina común por una mezcla sin gluten 1:1.

🌟 Por qué amarás este pastel

  • Su textura húmeda y esponjosa es simplemente irresistible.
  • La vainilla natural aporta un aroma delicado y cálido.
  • La salsa de suero de leche le da ese acabado cremoso y brillante que lo convierte en una joya casera.
  • Es un pastel versátil, perfecto para cualquier ocasión, desde una merienda sencilla hasta un postre elegante.

🧁 Conservación

  • A temperatura ambiente: hasta 2 días bien envuelto.
  • En refrigerador: hasta 1 semana.
  • Congelado: hasta 3 meses (envuelto doblemente en film y aluminio).
  • La salsa: conserva refrigerada 7 días y caliéntala antes de servir.

🍽️ El toque final

Este pastel de vainilla con mantequilla y salsa de suero de leche es puro confort en cada rebanada.
La combinación entre su miga tierna, su sabor a mantequilla y el toque cremoso de la salsa te hará volver por una segunda porción.

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