TARTA DE POLLO CON QUESO
La tarta de pollo con queso es una receta que combina lo mejor de dos mundos: la suavidad y cremosidad del queso con el sabor reconfortante del pollo bien condimentado, todo envuelto en una masa dorada y crujiente. Es una preparación que gusta a todos, desde los niños hasta los adultos, y que se adapta a cualquier ocasión: una comida familiar, una cena con amigos, un almuerzo rápido o incluso un picnic.
A lo largo de los años, esta tarta se ha convertido en un clásico de la cocina casera en muchos países. En Argentina, por ejemplo, forma parte de las “tartas saladas” tan populares en la mesa cotidiana; en Francia, recuerda a las quiches más tradicionales; y en España, puede verse como una evolución de las empanadas gallegas, pero con un toque más cremoso y moderno.
En esta versión, aprenderás no solo a preparar la receta paso a paso, sino también a conocer sus secretos, sus variantes y los trucos que hacen la diferencia entre una buena tarta y una tarta espectacular.
TIEMPO TOTAL
- Preparación: 25 minutos
- Cocción: 40–45 minutos
- Total: aproximadamente 1 hora y 10 minutos
INGREDIENTES DETALLADOS
🔸 Para la masa casera (opcional, puedes usar masa comprada)
- 250 g de harina de trigo (todo uso)
- 125 g de mantequilla fría en cubos
- 1 huevo
- 2 cucharadas de agua fría
- Una pizca de sal
👉 Si prefieres ahorrar tiempo, puedes usar masa quebrada, masa brisée o masa de hojaldre ya preparada. Pero te aseguro que hacerla tú mismo marca la diferencia: la textura, el sabor y el aroma del horneado casero son incomparables.
🔸 Para el relleno cremoso de pollo y queso
- 400 g de pechuga de pollo cocida y desmenuzada (puedes usar sobras de pollo asado o hervido)
- 1 cebolla mediana picada
- 2 dientes de ajo picados finamente
- 1 pimiento rojo o verde picado (opcional, para dar color)
- 150 g de champiñones laminados (opcional)
- 2 cucharadas de mantequilla
- 2 cucharadas de harina
- 150 ml de leche
- 200 ml de nata o crema de leche para cocinar
- 150 g de queso rallado (mozzarella, emmental, gouda o cheddar, según tu gusto)
- Sal y pimienta negra al gusto
- Nuez moscada (opcional, una pizca realza el sabor)
- Aceite de oliva o mantequilla para sofreír
PREPARACIÓN PASO A PASO
Paso 1: Preparar la masa
- En un bol grande, mezcla la harina con la sal.
- Añade la mantequilla fría cortada en cubos y mezcla con la punta de los dedos hasta obtener una textura arenosa, similar a migas gruesas.
- Incorpora el huevo y el agua fría poco a poco hasta formar una masa homogénea.
- Forma una bola, envuélvela en film transparente y deja reposar 20 minutos en la nevera.
- Pasado el tiempo, estírala con un rodillo sobre una superficie ligeramente enharinada hasta obtener un grosor de unos 3 mm.
- Colócala en un molde de tarta previamente engrasado. Pincha el fondo con un tenedor para evitar que se infle al hornear.
💡 Truco: Si quieres una masa más crujiente, puedes precocerla durante 10 minutos a 180 °C antes de agregar el relleno.
Paso 2: Preparar el relleno cremoso
- Calienta un chorrito de aceite de oliva en una sartén grande.
- Añade la cebolla y el ajo y sofríe hasta que estén transparentes y fragantes.
- Incorpora el pimiento picado y los champiñones (si los usas). Cocina unos minutos hasta que estén tiernos.
- Agrega el pollo desmenuzado, mezcla bien y deja que se integre con los sabores del sofrito.
- En una cacerola aparte, derrite la mantequilla, añade la harina y cocina 1 minuto removiendo constantemente.
- Agrega la leche poco a poco sin dejar de mover para evitar grumos, y luego la nata.
- Cocina hasta obtener una crema suave (una especie de bechamel ligera).
- Sazona con sal, pimienta y una pizca de nuez moscada.
- Mezcla esta crema con el pollo y añade la mitad del queso rallado.
El resultado debe ser un relleno jugoso, cremoso y aromático, con un color dorado suave y una textura que se mantenga firme al cortar.
Paso 3: Montar la tarta
- Vierte el relleno sobre la base de masa ya extendida.
- Distribúyelo de forma uniforme con una espátula.
- Espolvorea el resto del queso rallado por encima.
- (Opcional) Si deseas una tarta cerrada, coloca otra capa de masa encima, sella los bordes y haz un pequeño corte en el centro para que escape el vapor durante la cocción.
Paso 4: Hornear
- Lleva al horno precalentado a 180 °C (arriba y abajo) durante 35–40 minutos, hasta que la superficie esté dorada y burbujeante.
- Deja reposar 10 minutos antes de cortar, para que los jugos se asienten y la tarta mantenga su forma.
CONSEJOS DE EXPERTO
- El pollo perfecto: Usa pollo asado o hervido, pero evita que esté seco. Puedes cocinarlo en caldo con hierbas para darle más sabor.
- Quesos recomendados: Mozzarella para fundir bien, gouda para un sabor suave, o cheddar para un toque intenso.
- Más cremosidad: Añadir un poco de queso crema o una cucharada de mascarpone al relleno da una textura aún más suave.
- Toque especial: Una pizca de curry o mostaza antigua transforma completamente el perfil de sabor.
ACOMPAÑAMIENTOS IDEALES
Una tarta tan rica merece una buena compañía. Aquí tienes algunas ideas:
- 🥬 Ensalada fresca de hojas verdes con vinagreta de limón y miel.
- 🍅 Tomates cherry asados con albahaca y aceite de oliva.
- 🥔 Puré de patatas cremoso o papas al horno con romero.
- 🧄 Sopa ligera de verduras si la sirves como plato principal en invierno.
VARIANTES INTERNACIONALES
🇫🇷 Versión francesa (tipo quiche de pollo y queso)
Sustituye la masa por masa brisée y añade a la mezcla 2 huevos batidos junto con la nata. Obtendrás una textura más ligera y esponjosa, similar a una quiche lorraine, pero con pollo.
🇪🇸 Versión española
Agrega trocitos de jamón serrano o chorizo junto al pollo para darle un sabor ibérico. También puedes añadir pimientos del piquillo o aceitunas verdes.
🇦🇷 Versión argentina
En Argentina, las “tartas saladas” son un clásico. Se prepara con masa casera o de hojaldre, y el relleno lleva pollo, cebolla, pimiento, huevo duro y, por supuesto, queso. Se hornea hasta dorar bien y se sirve con una ensalada criolla.
🇮🇹 Versión italiana
Incorpora tomates secos picados, orégano, albahaca y un toque de parmesano. Te recordará a una pizza cremosa de pollo, pero con una textura más suave.
🇲🇦 Versión marroquí
Si quieres darle un toque oriental, añade especias como cúrcuma, comino, jengibre y un poco de canela. Puedes decorar con almendras laminadas tostadas. El resultado es exótico y delicioso.
HISTORIA Y CURIOSIDADES
Aunque el origen exacto de la tarta de pollo con queso es difícil de determinar, su esencia se remonta a las antiguas tartas saladas europeas. En la Edad Media, las tartas eran una forma práctica de conservar y transportar los alimentos: una “caja comestible” que mantenía los ingredientes frescos por más tiempo.
Con el paso del tiempo, estas tartas evolucionaron y se transformaron en platos más refinados. En Francia nacieron las quiches, mientras que en Inglaterra se popularizaron las “pies” rellenas de carne. En América Latina, la influencia europea dio lugar a recetas como la tarta de pollo, muy común en Argentina, Chile y Uruguay.
Hoy en día, esta tarta es sinónimo de hogar, sencillez y sabor. Es el tipo de plato que se comparte en familia, que se lleva a la mesa con orgullo y que siempre deja a todos satisfechos.
TEXTURA, SABOR Y AROMA
Al cortarla, la masa se desmorona ligeramente, revelando un relleno cremoso y lleno de sabor. El queso fundido se mezcla con la suavidad del pollo y la ligera dulzura del pimiento. Cada bocado tiene un equilibrio perfecto entre lo crujiente de la base y lo tierno del interior.
El aroma al salir del horno es irresistible: una mezcla de mantequilla, pollo dorado y queso gratinado que invita a sentarse a la mesa sin demora.
PRESENTACIÓN Y SERVICIO
Sirve la tarta en porciones triangulares, decoradas con un toque de perejil fresco o cebollino picado. Si la acompañas con una ensalada, el contraste entre lo caliente de la tarta y lo fresco de las verduras crea una combinación deliciosa.
💡 Consejo: Si la preparas para invitados, hornéala en moldes individuales. Las mini tartas de pollo y queso son elegantes y prácticas.
CÓMO CONSERVARLA
- En la nevera: Guarda las sobras cubiertas en un recipiente hermético. Duran hasta 3 días.
- En el congelador: Puedes congelarla (entera o en porciones) hasta 2 meses.
- Para recalentar: Hornéala a 160 °C durante 10 minutos o caliéntala en microondas a baja potencia.
VERSIÓN LIGERA Y SALUDABLE
Si deseas una versión más ligera:
- Sustituye la nata por leche evaporada o yogur natural.
- Usa queso bajo en grasa o tipo light.
- Cambia la mantequilla por aceite de oliva.
- Añade verduras como espinacas, brócoli o calabacín para aumentar el contenido de fibra y vitaminas.
El resultado sigue siendo cremoso y sabroso, pero más liviano y saludable.
VARIANTE: TARTA DE POLLO Y QUESO CON MASA DE HOJALDRE
Si prefieres una textura más crujiente y aireada, el hojaldre es ideal. El procedimiento es el mismo, solo que debes mantener el hojaldre bien frío antes de hornear, para que suba correctamente y quede con sus capas finas y doradas.
💡 Consejo profesional: pincela la superficie con huevo batido antes del horneado para conseguir ese brillo irresistible.
TARTA DE POLLO CON QUESO Y TOQUE PICANTE
Para los amantes del sabor fuerte, prueba esta versión:
- Añade una pizca de pimentón picante, chile triturado o incluso unas gotas de salsa tabasco al relleno.
- Puedes combinar quesos más intensos como cheddar curado o roquefort con el pollo.
El contraste entre lo cremoso y lo picante hará que sea una tarta inolvidable.
UN PLATO PARA COMPARTIR
La tarta de pollo con queso es una de esas recetas que se preparan con cariño, sin prisas, pensando en los demás. Es un plato que une, que recuerda a las comidas en familia y a las recetas heredadas.
Se puede servir caliente, templada o incluso fría, y siempre sabe bien. Perfecta para reuniones, celebraciones, picnics o simplemente para disfrutar un día tranquilo en casa.
CONCLUSIÓN
Esta Tarta de Pollo con Queso no es solo una receta, es una experiencia: aromas que llenan la cocina, texturas que se funden en el paladar y un sabor que reconforta el alma.
Ya sea en su versión clásica, ligera, exótica o gourmet, siempre será un plato que sorprende y enamora. Una receta versátil, económica y absolutamente deliciosa que demuestra que la cocina casera sigue siendo el mejor lugar donde nacen los grandes momentos.