Pastelón de Pollo
Una historia que comienza en la cocina
En cada hogar existe una receta que evoca los mejores momentos de la infancia. En muchas casas latinoamericanas, ese plato es el pastelón de pollo, una combinación mágica entre lo simple y lo sabroso, entre lo cotidiano y lo especial.
No importa si lo preparas con puré de papa, con plátano maduro o con yuca, el resultado siempre es el mismo: una explosión de sabor y ternura en cada bocado. Este pastelón es sinónimo de unión, de familia reunida alrededor de la mesa, de olores que llenan la casa y despiertan sonrisas.
El origen de este plato se pierde en el tiempo, pero su esencia es universal: aprovechar lo que hay en casa para crear un festín. Es un hijo de la creatividad doméstica, nacido del deseo de transformar ingredientes sencillos —pollo, papas, verduras— en algo memorable.
El pastelón no tiene una sola receta. En el Caribe, lo hacen con plátanos maduros; en los Andes, con papa; en México, le agregan chile; en el Cono Sur, maíz o choclo. Pero hay algo que nunca cambia: el cariño con el que se prepara.
Y es que este plato es, más que una receta, un ritual de amor y gratitud.
Ingredientes tradicionales
(Para 6 a 8 porciones abundantes)
Para el relleno de pollo:
- 500 g de pechuga de pollo o muslos deshuesados
- 1 cebolla mediana, finamente picada
- 2 dientes de ajo, triturados
- 1 pimiento rojo, picado en cubos pequeños
- 1 zanahoria mediana, rallada
- 2 cucharadas de aceite de oliva o mantequilla
- 1 cucharadita de comino molido
- 1 cucharadita de orégano seco
- 1 cucharadita de pimentón dulce o paprika
- 3 cucharadas de salsa de tomate o pasta de tomate
- ½ taza de caldo de pollo
- Sal y pimienta negra al gusto
Para el puré de papa:
- 1 kg de papas blancas o amarillas, peladas y cortadas
- 2 cucharadas de mantequilla sin sal
- ½ taza de leche tibia
- 1 huevo (opcional, para dar consistencia)
- Sal y nuez moscada al gusto
Para el montaje:
- 1 taza de queso rallado (cheddar, mozzarella, gouda o mezcla)
- 1 cucharada de pan rallado (opcional, para espolvorear)
- 1 cucharada de mantequilla derretida (para dorar la superficie)
- Perejil o cilantro picado (para decorar)
Preparación paso a paso
Paso 1: Cocinar y desmenuzar el pollo
- En una olla grande, coloca el pollo cubierto con agua y añade una pizca de sal, una hoja de laurel y un trozo de cebolla.
- Cocina a fuego medio durante unos 20-25 minutos hasta que esté tierno.
- Escurre el pollo, deja que enfríe un poco y desmenúzalo con dos tenedores o con las manos.
- Reserva una parte del caldo de cocción: servirá para darle jugosidad al relleno.
💡 Consejo: Si deseas más sabor, sofríe ligeramente el pollo desmenuzado en mantequilla antes de incorporarlo al relleno. Le dará un aroma tostado y más profundidad de sabor.
Paso 2: Preparar el relleno jugoso
- En una sartén grande, calienta el aceite o la mantequilla a fuego medio.
- Añade la cebolla, el ajo y el pimiento rojo, y sofríe hasta que estén tiernos y dorados.
- Incorpora la zanahoria rallada y mezcla.
- Agrega el pollo desmenuzado, el comino, el orégano, el pimentón y la salsa de tomate.
- Añade el caldo reservado y deja cocinar todo junto durante 10 minutos, removiendo de vez en cuando.
- El resultado debe ser un relleno jugoso, aromático y sabroso, no seco ni aguado.
- Ajusta la sal y la pimienta al gusto.
🌶️ Truco: Si te gusta un toque más intenso, añade una cucharadita de mostaza o una pizca de chile molido.
Paso 3: Preparar el puré de papa cremoso
- Cocina las papas en agua con sal durante 15-20 minutos, hasta que estén tiernas.
- Escúrrelas y tritúralas aún calientes.
- Añade la mantequilla y mezcla.
- Incorpora la leche poco a poco hasta obtener una textura suave y cremosa.
- Ajusta la sal y agrega una pizca de nuez moscada.
- Si deseas un puré más firme, incorpora el huevo batido una vez que la mezcla haya enfriado un poco.
🧂 Consejo: No batas demasiado el puré; de lo contrario, se volverá elástico. Lo ideal es una textura suave pero consistente.
Paso 4: Montaje del pastelón
- Precalienta el horno a 180 °C (350 °F).
- Engrasa una fuente para horno con mantequilla o aceite.
- Coloca una primera capa de puré de papa en el fondo, nivelándola con una espátula.
- Distribuye el relleno de pollo uniformemente sobre el puré.
- Cubre con una segunda capa de puré.
- Espolvorea el queso rallado por encima.
- Si deseas, añade pan rallado para una costra crujiente y pincela con mantequilla derretida.
❤️ Truco casero: Mezcla el queso con un poco de crema o leche evaporada antes de colocarlo encima para lograr un gratinado cremoso y dorado.
Paso 5: Horneado perfecto
- Hornea durante 25 a 30 minutos, o hasta que el queso esté dorado y burbujeante.
- Si ves que el queso se dora demasiado pronto, cúbrelo con papel aluminio y retíralo al final.
- Deja reposar el pastelón al menos 10 minutos antes de servir, para que las capas se asienten y sea más fácil cortarlo.
El momento de servir
Sírvelo caliente, acompañado de una ensalada fresca de lechuga, tomate y aguacate, o con arroz blanco.
El contraste entre la suavidad del puré, el sabor del pollo y el queso gratinado es pura armonía.
💬 Consejo de la abuela: “El primer trozo es para el que ayudó a preparar.”
Un gesto que resume el espíritu de compartir y disfrutar juntos.
El pastelón como símbolo de familia
Cada familia tiene su versión, su forma de colocarlo en el horno, su historia detrás.
En muchos hogares, el pastelón se prepara los domingos, cuando todos pueden sentarse a la mesa sin prisas.
El sonido del horno, el olor que llena la casa, las risas en la cocina… son parte del ritual.
Los niños esperan su porción con ansiedad, los adultos rememoran historias, y todos disfrutan el sabor que solo una receta hecha con cariño puede ofrecer.
El pastelón, más que comida, es memoria viva.
Cada capa de puré y pollo guarda secretos familiares, conversaciones y anécdotas.
Variaciones deliciosas del pastelón
Una de las maravillas del pastelón es su versatilidad. Con pequeños cambios, puedes crear versiones completamente nuevas:
🇩🇴 Pastelón dominicano de plátano maduro
Hecho con plátanos maduros hervidos o fritos, que se aplastan y se colocan en capas.
El contraste entre lo dulce del plátano y lo salado del pollo es espectacular.
Algunos lo combinan con queso blanco, mantequilla y un toque de canela.
🇵🇷 Pastelón puertorriqueño
Una “lasaña tropical” con capas de plátano frito, carne molida o pollo, y queso derretido.
Cada capa se monta como una lasaña y se hornea hasta dorar.
🇲🇽 Pastelón mexicano
Se prepara con puré de papa, pollo, chile poblano y granos de maíz.
El toque picante y cremoso lo hace irresistible.
A menudo se adorna con crema agria y cilantro fresco.
🇨🇱 Pastel de choclo chileno
Una variación con masa de maíz fresco molido (choclo), relleno de pollo, huevo duro, aceitunas y pasas.
El contraste dulce-salado y su costra dorada lo convierten en una experiencia única.
Consejos y secretos del éxito
- El puré perfecto: debe ser cremoso pero firme; si está muy líquido, el pastelón se desarmará.
- El relleno: sabroso, con especias equilibradas y un poco de jugo.
- El queso: elige uno que derrita bien para un gratinado espectacular.
- El horneado: no lo apresures; el dorado debe ser natural y uniforme.
- El reposo: siempre deja reposar el pastelón antes de cortarlo.
- La presentación: decora con perejil o pimentón espolvoreado.
Conservación y recalentado
- En la nevera: hasta 3 días bien tapado.
- Congelado: hasta 2 meses en porciones individuales.
- Para recalentar: horno a 160 °C por 15 minutos.
- Evita el microondas si quieres mantener la capa superior crujiente.
💡 Si lo preparas con anticipación, puedes armarlo un día antes y hornearlo justo antes de servir.
Acompañamientos ideales
- Ensalada fresca con limón y aceite de oliva.
- Arroz blanco con maíz.
- Pan casero o tostadas de ajo.
- Vino blanco, limonada natural o jugo tropical.
El arte de la improvisación
Una de las cosas más bellas del pastelón es su flexibilidad.
Puedes hacerlo con los ingredientes que tengas: cambiar el pollo por carne, atún, o verduras.
Si no tienes queso, usa crema o bechamel. Si no tienes papas, usa yuca o plátano.
Cada variación es válida, porque el pastelón se adapta, como la familia misma, a las circunstancias del día.
Un recuerdo que siempre vuelve
Muchos recordamos el pastelón de la abuela: ese olor que salía del horno, el sonido del queso burbujeando, el sabor que parecía abrazarte por dentro.
Era el plato que marcaba el final del fin de semana, el cierre perfecto de un almuerzo largo.
Con los años, esa receta se convierte en un legado.
Porque cocinarlo hoy no es solo alimentarse, sino revivir un pedazo de historia personal.
El pastelón en las celebraciones
No hay fiesta familiar, reunión o cena de domingo sin que alguien pregunte:
“¿Trajiste pastelón?”
Es un plato que nunca falla.
Sirve igual para una mesa elegante como para una comida sencilla.
A todos les gusta, desde los niños hasta los mayores.
Su mezcla de sabores y texturas —suavidad, cremosidad, dorado, crujiente— lo hacen un favorito universal.
Presentación especial
Para ocasiones más formales, puedes hacerlo en moldes individuales.
Quedan perfectos para servir en cenas o buffets.
Un toque de perejil fresco, una rodaja de tomate o una flor de cebolla caramelizada encima lo transforman en una obra de arte.
Un plato que trasciende
El pastelón enseña que la cocina no necesita lujo para ser grandiosa.
Solo se requiere tiempo, paciencia y amor.
Cada paso —pelar papas, desmenuzar pollo, gratinar— es un acto de dedicación.
En un mundo donde todo parece rápido, el pastelón nos recuerda que lo bueno lleva su tiempo, y que el mejor ingrediente es siempre el cariño.
Conclusión: El sabor que une generaciones
El Pastelón de Pollo no es solo una receta. Es una tradición viva, un abrazo servido en forma de plato.
Tiene el poder de reunir, de despertar memorias, de conectar generaciones.
Al servirlo, compartes algo más que comida: compartes una historia familiar, una herencia de sabor.
Cada capa representa esfuerzo, cada aroma un recuerdo, cada bocado una celebración del amor por la cocina casera.
