MASA DE PIZZA CASERA
Pocas cosas despiertan tanto entusiasmo en la cocina como el momento de preparar una pizza casera. El aroma del pan recién horneado, el crujir de la base al partirla y la satisfacción de haber creado desde cero una masa perfecta, hacen de esta receta una experiencia única. En este recorrido detallado y lleno de consejos, aprenderás a preparar una masa de pizza casera tradicional, elástica, ligera y deliciosa, con todos los secretos que utilizan los pizzaiolos italianos para lograr esa textura y sabor inigualables.
Ingredientes para la masa perfecta
Para una pizza grande o dos medianas:
- 500 g de harina de trigo (preferiblemente de fuerza o tipo “00”)
- 325 ml de agua templada
- 10 g de sal fina
- 5 g de azúcar (ayuda a activar la levadura y realza el sabor)
- 7 g de levadura seca de panadero o 20 g de levadura fresca
- 25 ml de aceite de oliva virgen extra
💡 Consejo: Si quieres una masa más rústica, puedes sustituir 100 g de harina blanca por harina integral. Le aportará más sabor y una textura más artesanal.
Preparación paso a paso
1. Activar la levadura
En un bol pequeño, mezcla el agua templada (nunca caliente) con el azúcar y la levadura. Deja reposar unos 10 minutos hasta que aparezcan burbujas en la superficie. Eso indica que la levadura está activa y lista para trabajar.
⚠️ Si no ves espuma o burbujas después de 10 minutos, la levadura no está viva. Usa un nuevo sobre para asegurar una fermentación adecuada.
2. Mezclar los ingredientes secos
En un bol grande, coloca la harina y la sal. Haz un hueco en el centro y vierte la mezcla de levadura activada. Añade también el aceite de oliva. Mezcla con una cuchara de madera o con las manos hasta que la masa comience a unirse.
3. Amasar
Vuelca la masa sobre una superficie ligeramente enharinada. Amasa durante 10 a 15 minutos. Al principio puede parecer pegajosa, pero poco a poco se volverá suave y elástica.
✋ Truco de pizzaiolo: No añadas demasiada harina durante el amasado. Si la masa se pega un poco, engrasa tus manos con un chorrito de aceite de oliva. Así evitarás que se reseque.
Sabrás que está lista cuando, al estirarla con los dedos, la masa forme una “ventana” fina sin romperse.
4. Primer levado
Forma una bola con la masa y colócala en un bol ligeramente aceitado. Cubre con un paño húmedo o con film transparente y deja reposar en un lugar cálido durante 1 a 2 horas, o hasta que duplique su tamaño.
🌡️ Temperatura ideal: 25-28 °C. Si hace frío, puedes dejar la masa dentro del horno apagado con la luz encendida.
Durante este tiempo, la magia ocurre: el gluten se desarrolla, la masa se airea y comienza a adquirir ese sabor ligeramente fermentado que distingue a las buenas pizzas.
5. Desgasificar y segundo reposo
Cuando la masa haya duplicado su tamaño, colócala nuevamente sobre la mesa y presiónala suavemente con los dedos para eliminar el exceso de gas. Divide en porciones si vas a hacer más de una pizza.
Deja reposar otros 30 minutos, cubierta con un paño. Este segundo descanso permitirá que la masa se relaje y sea más fácil de estirar.
6. Estirar la masa
Espolvorea harina sobre la mesa y extiende la masa con las manos o un rodillo, según el tipo de pizza que prefieras:
- Pizza italiana fina: estira la masa con las manos, girándola desde el centro hacia los bordes.
- Pizza americana más gruesa: usa un rodillo, dejando los bordes más altos.
Colócala sobre papel vegetal o una bandeja enharinada.
🍕 Truco profesional: No abuses del rodillo si quieres una textura aireada; las burbujas internas son esenciales para lograr una base ligera y crujiente.
Cocción de la pizza
1. Precalentar el horno
Antes de hornear, precalienta el horno al máximo (250 °C o más) durante al menos 20 minutos. Si tienes piedra para pizza, colócala en la parte inferior del horno mientras se calienta: absorberá humedad y aportará ese toque crujiente.
2. Prehornear la base (opcional)
Si tus ingredientes son muy húmedos (como tomate natural o mozzarella fresca), hornea la masa sola durante 5 minutos antes de añadir los toppings. Así evitarás que se ablande en el centro.
3. Añadir los ingredientes
Unta una capa fina de salsa de tomate casera, espolvorea orégano, queso mozzarella y los ingredientes de tu elección:
- Jamón y champiñones
- Verduras asadas
- Pollo y barbacoa
- Atún y cebolla
- Cuatro quesos (mozzarella, gorgonzola, emmental, parmesano)
4. Hornear
Introduce la pizza en el horno muy caliente durante 8 a 12 minutos, o hasta que los bordes estén dorados y el queso burbujee.
Si usas piedra de pizza o acero, el resultado será aún más espectacular: base crujiente por fuera, tierna por dentro.
Variantes y secretos italianos
1. Masa fermentada en frío (24 h)
Si quieres una masa con más sabor, prepara la masa con un poco menos de levadura y déjala reposar en la nevera entre 24 y 48 horas.
El frío ralentiza la fermentación y desarrolla aromas más profundos y una textura más ligera.
Antes de usarla, sácala de la nevera y deja que alcance temperatura ambiente durante al menos 1 hora.
2. Masa con masa madre
Si eres amante de la panadería artesanal, puedes sustituir la levadura por 100 g de masa madre activa. Obtendrás una pizza con un sabor más complejo y una textura increíblemente ligera.
3. Harina de sémola
Algunos pizzaiolos añaden una cucharada de sémola de trigo duro a la harina. Esto mejora el dorado y la textura de la base.
Salsas para acompañar
Salsa de tomate casera básica
- 400 g de tomate triturado
- 1 diente de ajo picado
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 1 cucharadita de azúcar
- Sal, pimienta y orégano al gusto
Sofríe el ajo en el aceite, añade el tomate y las especias, y cocina durante 15 minutos hasta que espese. Deja enfriar antes de usar.
Salsa blanca (base bechamel o nata)
Perfecta para pizzas de pollo, champiñones o mariscos. Mezcla nata líquida con un poco de queso parmesano, ajo y pimienta.
Cómo lograr el queso perfecto
El secreto está en combinar distintas texturas:
- Mozzarella fresca: para el estiramiento clásico.
- Mozzarella rallada: aporta cobertura uniforme.
- Quesos curados: dan sabor (parmesano, gorgonzola, provolone).
🧂 Truco final: Añade un chorrito de aceite de oliva justo al sacar la pizza del horno. Intensifica el aroma y da brillo.
Ideas de pizzas irresistibles
- Margarita clásica: tomate, mozzarella, albahaca fresca.
- Prosciutto e funghi: jamón cocido, champiñones y mozzarella.
- Cuatro estaciones: alcachofas, jamón, aceitunas y champiñones.
- Vegetariana: pimientos, cebolla, calabacín, berenjena y queso.
- Barbacoa: pollo, bacon, cebolla, salsa barbacoa y queso cheddar.
- Marinara: solo tomate, ajo, aceite y orégano (sin queso).
- Carbonara: nata, panceta, huevo y parmesano rallado.
Solución de problemas comunes
| Problema | Causa probable | Solución |
|---|---|---|
| Masa dura o seca | Demasiada harina o poco amasado | Añade más agua o amasa más tiempo |
| No sube al fermentar | Levadura inactiva o ambiente frío | Usa levadura nueva y reposa en un lugar cálido |
| Base húmeda | Exceso de salsa o queso muy húmedo | Escurre bien los ingredientes o prehornea la base |
| Pizza sin sabor | Falta de sal o fermentación corta | Ajusta la sal y prolonga el levado |
Consejos finales del pizzaiolo
- Usa ingredientes a temperatura ambiente para no frenar la fermentación.
- No sobrecargues la pizza con demasiados ingredientes. Menos es más.
- Deja reposar la masa unos minutos antes de cortarla: conservará mejor su textura.
- Si te sobra masa, guárdala en la nevera hasta 3 días o congélala en porciones.
Servir y disfrutar
Saca la pizza del horno, deja reposar 2 minutos y corta con un cortador bien afilado. Sirve sobre una tabla de madera y acompaña con una copa de vino tinto o una cerveza artesanal.
El crujir de la masa al morderla, el aroma del tomate y el queso fundido, te recordarán que no hay nada como una pizza casera hecha con amor.
Conclusión
Preparar masa de pizza casera es mucho más que seguir una receta: es una experiencia sensorial, un ritual que conecta con la tradición italiana y el placer de cocinar. Con ingredientes sencillos y un poco de paciencia, puedes lograr una base digna de pizzería en tu propia cocina.
Ya sea una pizza fina y crujiente o una más esponjosa y rústica, cada bocado contará tu historia: la del cariño puesto en cada paso.
