Galletas Panal de Miel (Halwa Chahda)

Una joya de la repostería marroquí: fácil, económica y absolutamente deliciosa

Hay recetas que nacen del corazón, que se transmiten de generación en generación y que, con cada bocado, nos hacen viajar a los recuerdos más dulces de nuestra infancia. La Halwa Chahda, conocida también como Galletas Panal de Miel, es una de esas maravillas que nunca pasan de moda.
Su textura suave, su sabor delicado a mantequilla y coco, y su forma que imita el panal de abejas, la convierten en una auténtica obra de arte culinaria, tan sencilla como perfecta.

Hoy te invito a preparar conmigo esta receta tradicional, fácil, económica y exquisita, ideal para servir con un café o té a la menta, o simplemente para compartir en familia.
A continuación encontrarás todas las etapas, desde la historia hasta los secretos para que te queden exactamente como las de las abuelas marroquíes.

Un poco de historia y encanto

El nombre “Chahda” en árabe significa “miel” o “néctar”, y el aspecto de estas galletas recuerda a las celdas hexagonales de un panal. En Marruecos, este tipo de dulces suelen prepararse para las fiestas religiosas, el Eid, o para recibir invitados, porque son ligeros, elegantes y visualmente bonitos.

Sin embargo, esta versión moderna no lleva miel propiamente dicha: su nombre proviene de la forma y el color dorado que adquieren al hornearse. En su lugar, la receta utiliza ingredientes económicos y disponibles en cualquier casa —mantequilla, aceite, azúcar, coco— para lograr un equilibrio perfecto entre sabor, textura y aroma.

En muchas casas marroquíes, la Halwa Chahda se prepara los fines de semana o cuando hay visita. Se colocan en bandejas decoradas, acompañadas de dátiles, frutos secos o pequeños dulces bañados en miel. Es un símbolo de hospitalidad y dulzura familiar.

Ingredientes detallados

Para unas 40 a 50 galletas medianas (según el tamaño de las bolitas):

  • 250 g de mantequilla a temperatura ambiente (equivale a una “râba”)
  • 1 vaso de azúcar granulada (aprox. 150 g)
  • 1 vaso de aceite vegetal neutro (como girasol o maíz)
  • 1 huevo tamaño mediano
  • 1 vaso de coco rallado tostado (unos 80 g)
  • 2 cucharadas de fideos de chocolate (vermicelli)
  • 1 sobre de levadura química (8 g)
  • Harina de trigo (la cantidad necesaria hasta obtener una masa blanda pero manejable, aprox. 500 g)
  • Mezcla para rebozar: coco rallado + azúcar granulada

Preparación paso a paso

1. Preparar la base cremosa

En un bol grande, coloca la mantequilla blanda y el azúcar. Con una espátula o batidor, mezcla hasta obtener una textura cremosa y homogénea. Este paso es esencial: el aire que se incorpora en este momento ayuda a que las galletas queden más ligeras y suaves.

2. Añadir los líquidos

Agrega el aceite poco a poco mientras sigues mezclando. Verás cómo la masa se vuelve brillante y sedosa. Luego añade el huevo y mezcla bien hasta integrar completamente.
La combinación de mantequilla y aceite le da a esta receta una textura única: crujiente por fuera y tierna por dentro.

3. Incorporar los ingredientes secos

Añade el coco rallado previamente tostado en una sartén sin aceite (solo unos minutos hasta que tome un color dorado claro) y las dos cucharadas de vermicelli de chocolate.
Luego, incorpora la levadura química y empieza a agregar la harina poco a poco, mezclando hasta obtener una masa suave, blanda y ligeramente húmeda, pero que no se pegue a las manos.

💡 Consejo: no añadas toda la harina de golpe. Cada tipo de harina absorbe diferente cantidad de líquido. Lo ideal es ir añadiendo poco a poco hasta que la masa se deje formar sin romperse.

4. Formar las bolitas

Haz pequeñas bolitas del tamaño de una nuez o un poco más grandes. Procura que sean del mismo tamaño para que se horneen de manera uniforme.

5. Decorar con el toque “panal”

Prepara un plato con una mezcla de coco rallado y azúcar. Pasa la parte superior de cada bolita por esta mezcla, de modo que quede cubierta solo la cara visible.
Después, colócala en la bandeja con papel de horno y aplástala suavemente con un molde con relieve (puede ser un sello para galletas o simplemente el fondo de un vaso con dibujo). Este paso le da el característico aspecto de panal de miel.

6. Hornear

Precalienta el horno a 170°C (calor arriba y abajo).
Hornea las galletas durante 12 a 15 minutos, o hasta que estén ligeramente doradas. No deben tostarse demasiado, porque el encanto de esta receta está en su color dorado suave y textura tierna.

💡 Consejo: cada horno es diferente. Vigila la primera tanda para ajustar el tiempo exacto. Es mejor sacarlas cuando están un poco blandas; se endurecen ligeramente al enfriar.

7. Enfriar y conservar

Saca las galletas del horno y déjalas enfriar completamente sobre una rejilla. Una vez frías, guárdalas en una caja metálica o hermética.
Se conservan perfectamente durante una semana, manteniendo su aroma y textura original.

El secreto de su sabor único

El éxito de esta receta está en tres detalles:

  1. El coco tostado: intensifica el aroma y aporta un ligero toque a caramelo.
  2. El equilibrio entre mantequilla y aceite: da ligereza sin perder sabor.
  3. La cocción justa: doradas por fuera, blandas por dentro.

Cada bocado tiene una textura tierna y un sabor delicado, con ese toque crujiente de los fideos de chocolate y la suavidad del coco.

Trucos y variaciones deliciosas

  • Versión con miel real: puedes untar un poco de miel sobre las galletas una vez frías para potenciar el efecto “panal”.
  • Aromas: añade una cucharadita de esencia de vainilla o ralladura de limón para un perfume más intenso.
  • Decoración: antes de hornear, puedes poner una almendra o avellana entera en el centro de cada galleta.
  • Más chocolate: sustituye parte del coco por cacao en polvo (1 cucharada) para una versión “choco-chahda”.
  • Sin huevo: si eres alérgico o prefieres evitarlo, reemplázalo por una cucharada de yogur natural o de leche condensada.

Cómo servirlas

Las Galletas Panal de Miel son perfectas para acompañar un té verde a la menta, un café turco o un vaso de leche fría.
También son ideales para colocar en una mesa de dulces junto con otros clásicos marroquíes como:

  • Ghoriba de almendra o de coco
  • Chebakia bañada en miel
  • Kaab el ghzal (cuernos de gacela)
  • Briouats dulces con almendras

Su color dorado y su forma decorativa las hacen destacar en cualquier bandeja.

Una receta de familia

En muchas casas marroquíes, esta receta se transmite de madre a hija. Cada familia tiene su pequeña variación: unas añaden ralladura de naranja, otras un toque de agua de azahar, otras mezclan el coco con sésamo.
Lo importante no es tanto la precisión de los ingredientes, sino el cariño con que se preparan.

Mientras las galletas se hornean, el aroma a mantequilla y coco invade la cocina. Y cuando salen del horno, nadie puede resistirse a probar una, aún caliente. Ese momento, con el primer bocado que se deshace en la boca, es puro placer.

Consejos finales para que salgan perfectas

  1. No trabajes demasiado la masa: solo lo justo para unir los ingredientes. Si la amasas mucho, se endurecerá.
  2. Temperatura constante del horno: evita abrirlo mientras se hornean, para que no bajen.
  3. No las amontones en la bandeja: deja un poco de espacio entre ellas, ya que se expanden un poco.
  4. Para un brillo especial: puedes pintarlas ligeramente con un poco de miel diluida en agua caliente después del horneado.
  5. Conservación: en una caja de metal duran hasta 10 días, manteniendo su frescura.

Un dulce que conquista corazones

Estas galletas son mucho más que un simple postre. Representan la esencia de la repostería marroquí casera: ingredientes sencillos, sabores auténticos y una presentación encantadora.
Cada vez que las prepares, llenarás tu hogar de un aroma dulce y acogedor, y regalarás a tu familia un pedacito de tradición.

Ya sea para una ocasión especial, para compartir con amigos o simplemente para endulzar una tarde tranquila, la Halwa Chahda es siempre una elección acertada.

Resumen rápido

PasoDescripción
1Mezclar mantequilla y azúcar hasta que quede cremoso.
2Añadir aceite y huevo.
3Agregar coco tostado, vermicelli y levadura.
4Incorporar harina hasta obtener una masa blanda.
5Formar bolitas y rebozar con coco y azúcar.
6Aplastar ligeramente y hornear a 170°C.
7Dejar enfriar y guardar en caja hermética.

Conclusión

Las Galletas Panal de Miel son una receta que une lo mejor de dos mundos: la sencillez del día a día y la delicadeza de las fiestas. Con pocos ingredientes y un toque de creatividad, puedes preparar un dulce que luce hermoso, huele divino y sabe aún mejor.

La próxima vez que quieras sorprender a tus invitados con algo casero y encantador, prepara esta receta. Verás cómo todos te piden repetir, y cómo ese aroma a coco y mantequilla se convierte en un recuerdo imborrable.

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