Empanadas de Jamón y Queso a la Plancha
El arte de una receta sencilla, casera y universal
Las empanadas son uno de esos alimentos que parecen pertenecer a todos los pueblos y culturas al mismo tiempo. Desde el mundo árabe con sus fatayer, pasando por las samosas de la India, las empanadillas españolas, las empanadas criollas argentinas o chilenas, hasta llegar a los calzone italianos, lo cierto es que la idea de envolver un relleno en una masa y cocinarlo está profundamente grabada en la memoria gastronómica de la humanidad.
Dentro de todas esas versiones, existe una combinación que rara vez falla: jamón y queso. Dos ingredientes simples, accesibles, que juntos forman un relleno que enamora con su suavidad, su cremosidad y su toque salado y fundente. Cocinadas al horno, fritas o, como en nuestro caso, a la plancha, se convierten en un bocado perfecto para desayunos, meriendas, cenas rápidas o incluso como tentempié en reuniones con amigos y familiares.
En esta receta vamos a sumergirnos en la elaboración de unas empanadas de jamón y queso a la plancha, explicando paso a paso cómo hacerlas, cómo sellarlas bien, qué quesos elegir, qué trucos usar para que no se abran y, sobre todo, cómo lograr que queden doradas y crujientes por fuera y con el interior lleno de queso derretido.
1. Origen de las empanadas
El término “empanada” viene de la palabra “empanar”, que significa “encerrar en pan o masa”. Históricamente, las empanadas surgieron como una forma práctica de transportar la comida: la masa servía como “recipiente” comestible que mantenía el relleno fresco y protegido.
En España ya se preparaban desde la Edad Media, con rellenos de carne, pescado o vegetales, y con el tiempo se extendieron a América durante la época colonial. Allí adoptaron formas, sabores y técnicas distintas según el país:
- En Argentina, la empanada se convirtió en plato nacional, con rellenos regionales que incluyen carne cortada a cuchillo, pollo, cebolla, pasas o incluso papa.
- En Chile, las empanadas de pino (carne, cebolla, huevo y aceituna) son infaltables en las fiestas patrias.
- En Colombia y Venezuela, suelen prepararse fritas y con masas a base de maíz.
- En Galicia (España), la empanada grande, tipo “tarta salada”, es muy común, rellena de atún, bacalao o pollo.
El relleno de jamón y queso, sin embargo, tiene un toque más moderno y universal. Nació como una alternativa rápida y práctica, especialmente en entornos urbanos, colegios o panaderías, donde se buscaba una opción deliciosa que gustara tanto a adultos como a niños.
2. ¿Por qué a la plancha?
Lo habitual es encontrar empanadas horneadas o fritas, pero la versión a la plancha tiene sus ventajas:
- Más ligera: al no sumergirse en aceite, se reducen calorías y grasas.
- Más rápida: no requiere precalentar el horno ni freír en abundante aceite.
- Más práctica: basta con una sartén o plancha antiadherente.
- Textura especial: crujientes por fuera, pero con un dorado uniforme que resalta el sabor del queso derretido.
Por eso esta técnica es ideal para quienes quieren disfrutar de unas empanadas sabrosas y rápidas sin complicarse demasiado.
3. Ingredientes básicos
Para unas 10-12 empanadas medianas, necesitarás:
- 10-12 obladillas para empanadas (pueden comprarse ya listas o hacerse caseras).
- 200 g de jamón cocido (en lonchas o picado).
- 200 g de queso (mozzarella, gouda, manchego suave, o una mezcla de varios).
- 1 huevo batido (opcional, para sellar).
- 1 cucharada de mantequilla o un chorrito de aceite (para dorarlas).
👉 Nota: si deseas hacer la masa casera, basta mezclar harina, agua tibia, sal, un poco de aceite y amasar hasta lograr una textura suave y elástica. Luego se estira y se cortan discos con un molde redondo.
4. Paso a paso de la receta
4.1 Preparar el relleno
- Pica el jamón en trocitos pequeños o en tiras finas.
- Ralla el queso o córtalo en cubitos.
- Mezcla ambos ingredientes en un bol. Si deseas, añade un toque de orégano seco o pimienta negra para intensificar el sabor.
4.2 Armar las empanadas
- Coloca un disco de masa sobre la mesa.
- Agrega en el centro una cucharada del relleno.
- Humedece los bordes con agua o huevo batido.
- Dobla por la mitad formando una media luna.
- Presiona los bordes con un tenedor o haz un repulgue tradicional (doblar los bordes formando un cordón).
4.3 Cocinar a la plancha
- Calienta la plancha o sartén antiadherente a fuego medio.
- Añade un poquito de mantequilla o aceite.
- Cocina las empanadas 3-4 minutos por cada lado, hasta que se doren bien y el queso comience a fundirse.
- Retíralas con cuidado y déjalas reposar 2 minutos antes de comer, para evitar quemarte con el queso caliente.
5. Trucos y consejos
- Queso que funda bien: la mozzarella es ideal, pero también puedes mezclarla con quesos más sabrosos como gouda o cheddar.
- No rellenar demasiado: si pones mucho relleno, se abrirán al cocinarse.
- Sellado perfecto: el truco del huevo batido o simplemente humedecer con agua es fundamental.
- Más crujientes: pincélalas con un poquito de mantequilla derretida antes de ponerlas en la plancha.
- Versión rápida: usa obladillas compradas. Para la versión artesanal, prepara la masa casera.
6. Variaciones deliciosas
Aunque las empanadas de jamón y queso son un clásico, hay muchísimas formas de darles un giro:
- Jamón, queso y tomate: recuerda a una pizza margarita.
- Jamón, queso y champiñones: una mezcla cremosa y elegante.
- Jamón, queso y espinaca: opción más equilibrada.
- Queso azul y jamón serrano: para paladares más intensos.
- Vegetarianas: sustituye el jamón por verduras salteadas.
7. Acompañamientos ideales
Estas empanadas quedan perfectas con salsas caseras:
- Chimichurri suave.
- Salsa criolla con tomate, cebolla y pimientos.
- Alioli (mayonesa con ajo).
- Salsa barbacoa para los amantes del contraste dulce-salado.
También se pueden servir con una ensalada fresca o como parte de un picoteo junto a croquetas, tortillas y bocadillos.
8. ¿Cómo conservarlas?
- En la nevera: hasta 3 días, guardadas en un tupper.
- Congeladas: se pueden congelar ya armadas (antes de cocinarlas). Basta cocinarlas directamente congeladas en la plancha, unos minutos más por cada lado.
9. La experiencia de comerlas
Pocas cosas son tan reconfortantes como dar un mordisco a una empanada recién hecha: la masa dorada cruje, el queso se estira y el jamón aporta su sabor suave y salado. Es un bocado que combina sencillez, tradición y placer inmediato.
10. Reflexión final
Las empanadas de jamón y queso a la plancha representan esa cocina que no necesita ser complicada para ser deliciosa. Nos recuerdan que con dos ingredientes básicos y un poco de ingenio podemos crear un plato que gusta a todos. Son perfectas para compartir, para improvisar una cena o para acompañar una charla entre amigos.
Hacerlas caseras es sencillo, pero a la vez tiene algo ritual: preparar la masa, cortar el relleno, doblar, sellar y escuchar el crepitar en la plancha mientras se doran. Es un pequeño placer cotidiano que se convierte en un recuerdo.
