Empanada de Espinacas y Champiñones con Masa de Hojaldre

Tradición, sabor y un toque de elegancia vegetal

Pocas preparaciones logran un equilibrio tan perfecto entre lo rústico y lo refinado como una buena empanada. Su exterior dorado y crujiente contrasta con un interior cremoso y lleno de sabor. Es una receta que ha conquistado mesas de todo el mundo, desde las cocinas humildes de los pueblos hasta los restaurantes más sofisticados.
Y entre todas las versiones posibles, la empanada de espinacas y champiñones destaca por su suavidad, su aroma y su encanto natural.

En esta receta vas a aprender cómo preparar una empanada deliciosa, equilibrada, con relleno jugoso pero sin exceso de humedad, envuelta en una masa de hojaldre que se deshace en la boca. Además, descubrirás pequeños trucos para que te quede perfecta cada vez: dorada, crujiente y con un sabor que conquista a todos, incluso a los más carnívoros.

Una historia que envuelve tradición

La palabra empanada proviene del verbo “empanar”, que significa “envolver algo en pan o masa y cocerlo”.
Su origen se remonta a los antiguos pueblos del Mediterráneo. Los griegos, los árabes y los romanos ya preparaban masas rellenas con carnes, verduras o pescados. Estas recetas viajaron por Europa y dieron lugar a las empanadas gallegas, italianas y francesas.

Con el tiempo, las empanadas se convirtieron en una forma práctica y deliciosa de conservar alimentos. En las casas rurales, eran el almuerzo ideal para los trabajadores del campo: fáciles de transportar, nutritivas y sabrosas.

La versión de espinacas y champiñones llegó más tarde, impulsada por la influencia vegetariana y mediterránea. Los champiñones aportan ese sabor terroso y profundo, mientras que las espinacas añaden frescura y color. Juntas, crean un relleno cremoso que combina a la perfección con el crujiente del hojaldre.

Ingredientes para una empanada perfecta (4-6 porciones)

Para la masa

  • 2 láminas de masa de hojaldre (rectangulares o redondas, según tu molde)
  • 1 huevo batido (para pintar la superficie)

Para el relleno

  • 400 g de espinacas frescas (o 250 g si usas congeladas)
  • 250 g de champiñones frescos laminados
  • 1 cebolla grande picada finamente
  • 2 dientes de ajo picados
  • 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • 100 ml de nata para cocinar (crema líquida)
  • 100 g de queso crema o ricotta
  • 80 g de queso rallado (emmental, gouda o mozzarella)
  • Sal y pimienta negra al gusto
  • 1 pizca de nuez moscada
  • Perejil o albahaca fresca picada

Preparación paso a paso

Paso 1: Sofrito base

El alma del relleno está en el sofrito.

  1. Calienta las tres cucharadas de aceite de oliva en una sartén amplia a fuego medio.
  2. Añade la cebolla picada y cocínala lentamente hasta que esté transparente y ligeramente dorada, unos 6-8 minutos.
  3. Incorpora los ajos picados y remueve durante un minuto más, cuidando que no se quemen.
  4. Agrega los champiñones laminados y sube un poco el fuego. Al principio soltarán agua; deja que se evapore completamente hasta que comiencen a dorarse.
  5. Cuando los champiñones estén cocidos, añade las espinacas poco a poco. Si usas espinacas frescas, verás cómo reducen su volumen rápidamente. Si son congeladas, asegúrate de que pierdan toda su humedad antes de continuar.

Sazona con sal, pimienta y nuez moscada.
Deja que todo se cocine unos minutos más hasta obtener una mezcla uniforme y fragante.

🧠 Consejo: Si notas exceso de líquido, pásalo por un colador o presiona suavemente con una espátula. El relleno debe quedar jugoso, pero no húmedo.

Paso 2: Mezcla cremosa

Ahora llega el momento de darle textura al relleno.

  1. Reduce el fuego al mínimo y añade la nata para cocinar.
  2. Incorpora el queso crema o ricotta y mezcla hasta que se integre completamente.
  3. Añade el queso rallado y remueve hasta obtener una crema espesa y homogénea.
  4. Espolvorea el perejil picado y prueba el punto de sal y pimienta.

Cuando el relleno tenga la consistencia deseada —ni líquido ni seco— retíralo del fuego y déjalo enfriar completamente antes de usarlo.
Este paso es clave para que el hojaldre no se ablande.

Paso 3: Preparar la base de hojaldre

Mientras el relleno enfría, prepara la base.

  1. Precalienta el horno a 200 °C (arriba y abajo).
  2. Extiende una lámina de hojaldre sobre papel de horno y colócala en la bandeja o molde.
  3. Pincha la masa con un tenedor para evitar que se infle demasiado durante el horneado.
  4. Cuando el relleno esté frío, distribúyelo de manera uniforme sobre la base, dejando 1-2 cm de borde libre por los lados.

Paso 4: Cerrar y decorar la empanada

  1. Coloca la segunda lámina de hojaldre encima del relleno.
  2. Sella los bordes presionando con los dedos o con un tenedor.
  3. Si quieres un acabado bonito, haz un repulgo: dobla los bordes hacia adentro, pellizcando ligeramente.
  4. Haz un pequeño orificio o corte en el centro para permitir que el vapor escape durante la cocción.
  5. Pincela toda la superficie con huevo batido.

💡 Truco de brillo: añade unas gotas de leche o miel al huevo para un dorado más intenso.

Paso 5: Horneado

  1. Coloca la empanada en el horno precalentado a 200 °C.
  2. Hornea durante 25 a 30 minutos, hasta que la superficie esté bien dorada y crujiente.
  3. Si ves que se dora demasiado rápido, cúbrela con papel de aluminio durante los últimos minutos.

Cuando esté lista, deja reposar 10-15 minutos antes de cortarla.
Este reposo permite que el relleno se asiente y no se desborde.

Servir y disfrutar

Sirve la empanada templada o a temperatura ambiente, acompañada de una ensalada fresca o una copa de vino blanco.

El primer corte revelará un relleno suave, aromático y lleno de color verde y beige, mientras que el hojaldre cruje al contacto del cuchillo.
Cada porción combina el sabor delicado de las espinacas, el toque terroso del champiñón y la cremosidad de los quesos.

Consejos clave para el éxito

  1. Relleno seco: el exceso de humedad arruina la textura del hojaldre.
  2. Relleno frío: siempre deja enfriar el relleno antes de colocarlo sobre la masa.
  3. Sella bien los bordes: evita que se escape el relleno durante el horneado.
  4. Papel de horno: evita que se pegue y facilita un dorado uniforme.
  5. No abras el horno: al menos durante los primeros 20 minutos, para no interrumpir el levantado del hojaldre.

Ideas de acompañamiento

Una empanada tan rica merece acompañamientos a la altura.
Aquí tienes algunas ideas:

  • Ensalada mediterránea: tomate, pepino, aceitunas, cebolla y queso feta.
  • Sopa de verduras ligera: ideal en días fríos.
  • Salsa de yogur con ajo y hierbas: perfecta para mojar los bordes del hojaldre.
  • Copa de vino blanco seco o rosado.

Variaciones irresistibles

1. Empanada con queso de cabra

Sustituye el queso crema por queso de cabra desmenuzado. Combina maravillosamente con las espinacas.

2. Con cebolla caramelizada

Agrega un poco de cebolla caramelizada al relleno para un toque dulce y sofisticado.

3. Con huevo duro

Incorpora trocitos de huevo cocido al relleno frío para mayor textura y sabor.

4. Mini empanadas individuales

Corta el hojaldre en círculos y haz mini empanadillas. Son perfectas para aperitivos o eventos.

5. Con nueces o piñones

Añade un puñado de nueces troceadas o piñones tostados al relleno: aportan textura y un sabor exquisito.

Valor nutricional (por porción)

  • Energía: 280-300 kcal
  • Proteínas: 9 g
  • Grasas: 18 g
  • Carbohidratos: 22 g
  • Fibra: 3 g

Es un plato equilibrado y lleno de nutrientes. Las espinacas aportan hierro, los champiñones proteínas vegetales, y el queso calcio y sabor.

Conservación y almacenamiento

  • Refrigerar: hasta 3 días en recipiente hermético.
  • Recalentar: en horno o airfryer a 180 °C durante 5-8 minutos.
  • Congelar: antes o después del horneado, hasta 3 meses.

Si la congelas sin hornear, hornea directamente desde el congelador, aumentando el tiempo unos 10 minutos.

Versión con bechamel ligera

Si te gustan las empanadas más cremosas, puedes reemplazar la nata por una bechamel suave:

Bechamel básica:

  • 2 cucharadas de mantequilla
  • 2 cucharadas de harina
  • 300 ml de leche
  • Sal, pimienta y nuez moscada

Cocina la mantequilla y harina durante 2 minutos, añade la leche poco a poco y remueve hasta espesar.
Mézclala con las espinacas y champiñones cocidos y sigue el resto de la receta igual.

Decoración y presentación

Para una presentación profesional:

  • Haz un enrejado decorativo con tiras de hojaldre.
  • Espolvorea semillas de sésamo o amapola antes de hornear.
  • Acompaña con un hilo de aceite aromatizado con ajo o hierbas.

El encanto de lo casero

Preparar una empanada de espinacas y champiñones en casa es mucho más que cocinar: es una experiencia sensorial completa.
Mientras el hojaldre se hornea, el aroma a mantequilla, ajo y verdura invade la cocina. Al sacarla, el sonido del hojaldre crujiente anuncia que algo delicioso está por venir.

Cada bocado es un equilibrio entre lo vegetal, lo cremoso y lo crujiente.
No necesita ingredientes exóticos ni técnicas complicadas: solo paciencia, cariño y buenos productos.

Secretos del hojaldre perfecto

  1. Temperatura: el hojaldre debe estar frío al entrar al horno.
  2. No lo estires demasiado: perdería sus capas de aire.
  3. No añadas relleno caliente: derrite la mantequilla de la masa.
  4. Usa horno bien precalentado: el calor inicial es clave para el efecto “hojuelas”.

Aromas que elevan el sabor

Aunque la receta base es deliciosa, puedes jugar con las hierbas y especias:

  • Tomillo o romero para un toque mediterráneo.
  • Albahaca fresca si buscas un aroma suave.
  • Pimienta blanca para una nota más elegante.

Y si quieres algo más atrevido, añade un toque de mostaza de Dijon o unas gotas de salsa de soja al saltear los champiñones.

Un plato para toda ocasión

Esta empanada es versátil:

  • Ideal para almuerzos familiares,
  • perfecta como plato principal vegetariano,
  • deliciosa como aperitivo en reuniones,
  • o incluso como una comida para llevar al trabajo o picnic.

Se puede servir caliente, templada o fría, y siempre mantiene su sabor y textura.

Inspiraciones internacionales

  • En Francia, esta combinación se parece a la tarte forestière, una tarta de setas y nata.
  • En Italia, recuerda al strudel salato de espinacas y ricotta.
  • En España, podría compararse con una empanada gallega moderna.

Cada cultura aporta su toque, pero el concepto es universal: masa dorada + relleno sabroso = felicidad asegurada.

Reflexión final

La empanada de espinacas y champiñones con hojaldre no es solo una receta: es una invitación a disfrutar de la cocina con calma.
Es el tipo de plato que une generaciones, que se comparte entre risas, y que se sirve con orgullo porque representa lo mejor de lo casero: sabor, textura y amor por los detalles.

Cuando la prepares, recuerda que el secreto no está solo en los ingredientes, sino en la atención a cada paso.
Desde el sofrito paciente de la cebolla hasta el toque final del huevo dorando la superficie, cada detalle construye una experiencia completa.

Sirve la empanada, corta un trozo, escucha el crujido del hojaldre, huele su aroma cálido… y disfruta.
Porque cocinar, al final, es una forma de dar cariño — y pocas recetas lo expresan tan bien como esta.

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