Canelones Fríos de Jamón Cocido

Los canelones fríos de jamón cocido son una de esas recetas que te hacen sonreír desde el primer bocado.
No solo porque están riquísimos, sino porque son refrescantes, ligeros y muy fáciles de preparar. Son perfectos para los días calurosos, para una comida festiva o incluso como aperitivo en una cena especial.

Su textura suave, el equilibrio entre el jamón, el relleno cremoso y las notas frescas de las verduras o el queso los convierten en una auténtica delicia mediterránea.
Y lo mejor: no necesitan horno. Se preparan en frío, se arman en minutos y se disfrutan sin estrés.

Un poco de historia

Aunque los canelones son originalmente un plato caliente, de origen italiano (cannelloni), esta versión fría con jamón cocido es una adaptación moderna nacida del ingenio casero español y latino.

En los años 70 y 80, cuando las neveras comenzaron a ser comunes en todos los hogares, las amas de casa buscaron maneras creativas de adaptar los platos tradicionales al verano. Así nacieron los “canelones fríos”, que sustituían la pasta por lonchas finas de jamón o fiambre y se rellenaban con mezclas frías: atún, ensaladilla, pollo o verduras.

Hoy en día, los canelones fríos son un clásico de las mesas veraniegas: se sirven en fiestas, reuniones familiares y picnics, porque combinan presentación bonita, sabor exquisito y comodidad absoluta.

Ingredientes (para 4 personas)

Para los canelones:

  • 8 lonchas grandes de jamón cocido (mejor si son finas y rectangulares)
  • 200 g de queso crema (tipo Philadelphia)
  • 100 g de atún en aceite (opcional)
  • 2 huevos duros
  • 1 zanahoria rallada
  • 1/2 pimiento rojo picado finamente
  • 1/2 cebolla tierna o cebolleta
  • 2 cucharadas de mayonesa
  • 1 cucharada de yogur natural o crema agria (para aligerar)
  • Sal y pimienta al gusto
  • Unas hojas de perejil o cebollino picado
  • Jugo de medio limón (opcional)

Para decorar:

  • Hojas de lechuga o rúcula
  • Rodajas de tomate o cherry
  • Aceitunas
  • Un hilo de aceite de oliva virgen extra

Para acompañar (opcional):

  • Salsa rosa ligera o mayonesa de limón
  • Pan tostado o grisines crujientes

Preparación paso a paso

Paso 1: Cocer y preparar los huevos duros

  1. Coloca los huevos en una cacerola con agua fría y una pizca de sal.
  2. Llévalos a ebullición y cocina durante 10 minutos.
  3. Pásalos por agua fría, pélalos y pícalos finamente.

👉 Truco: Añadir un chorrito de vinagre al agua facilita pelarlos después.

Paso 2: Preparar el relleno

  1. En un bol grande, coloca el queso crema y la mayonesa. Mezcla hasta obtener una crema suave.
  2. Añade el atún escurrido, los huevos duros picados, la zanahoria rallada, el pimiento rojo y la cebolla tierna.
  3. Incorpora el yogur natural o la crema agria para hacerlo más ligero.
  4. Sazona con sal, pimienta y unas gotas de limón.
  5. Agrega el perejil o cebollino picado para darle frescor.

La mezcla debe quedar cremosa pero firme, con los ingredientes bien distribuidos.
Si quieres una textura más fina, puedes triturar ligeramente con un tenedor o licuadora.

Paso 3: Extender las lonchas de jamón

  1. Coloca las lonchas de jamón cocido sobre una superficie limpia o una tabla.
  2. Sécalas con papel de cocina si tienen exceso de humedad.
  3. Si las lonchas son pequeñas, puedes superponer dos para formar un rectángulo más largo.

👉 Consejo: El jamón debe ser flexible pero no demasiado fino, para que no se rompa al enrollarlo.

Paso 4: Rellenar y enrollar

  1. Coloca una cucharada generosa de relleno en un extremo de cada loncha.
  2. Extiéndelo con una espátula o cuchillo de mantequilla.
  3. Enrolla cuidadosamente, apretando ligeramente pero sin romper el jamón.
  4. Coloca los canelones sobre una bandeja, con la parte del cierre hacia abajo.

Si los haces con tiempo, cúbrelos con film y guárdalos en la nevera hasta el momento de servir.

👉 Truco: Si los enfrías al menos 1 hora, tomarán consistencia y se cortarán mejor.

Paso 5: Presentar los canelones fríos

  1. Cubre el fondo del plato con hojas de lechuga o rúcula.
  2. Coloca encima los canelones alineados.
  3. Decora con rodajas de tomate cherry, aceitunas y un chorrito de aceite de oliva.
  4. Si quieres, añade un hilo de salsa rosa o mayonesa de limón por encima para darles brillo y sabor.

Trucos para un resultado perfecto

  1. Usa jamón de buena calidad. Si es muy salado o muy húmedo, puede afectar el sabor.
  2. El relleno debe estar bien frío antes de enrollar, para que sea más manejable.
  3. Corta con cuchillo afilado. Si los presentas en porciones, hazlo con movimientos suaves para no aplastar el relleno.
  4. Sirve siempre fríos, pero no helados. Sácalos del refrigerador 10 minutos antes de servir.
  5. Equilibra sabores: si el relleno lleva mayonesa, añade limón o yogur para darle frescura.

Variaciones irresistibles

1. Canelones fríos de jamón y queso

Relleno de queso crema, mozzarella y un toque de mostaza. Cremosos, suaves y con sabor delicado.

2. Canelones fríos de jamón con atún

Una versión clásica: atún, mayonesa, huevo duro y pepinillos. Ideal para amantes del mar.

3. Canelones fríos de jamón con pollo

Perfectos para aprovechar sobras de pollo asado. Añade un poco de maíz y mostaza dijon.

4. Canelones fríos con aguacate

Relleno de aguacate, queso crema y limón. Suaves, frescos y con un toque tropical.

5. Canelones vegetarianos

Usa jamón vegetal o lonchas de calabacín y rellénalos de zanahoria, pimiento y tofu batido con yogur.

6. Canelones fríos de jamón y huevo

Una mezcla sencilla y deliciosa: huevo duro, mayonesa, cebollino y un toque de curry suave.

Salsas para acompañar

Los canelones fríos brillan con una buena salsa. Aquí te dejo tres opciones infalibles:

Salsa rosa casera

  • 4 cucharadas de mayonesa
  • 1 cucharadita de ketchup
  • Unas gotas de salsa inglesa
  • Un chorrito de zumo de naranja o limón
  • Mezcla bien y enfría

Salsa de yogur con ajo y limón

  • 1 yogur natural
  • 1/2 diente de ajo picado
  • Zumo de medio limón
  • Sal, pimienta y perejil picado

Salsa de pepino y eneldo

  • 1 yogur natural
  • 1/2 pepino rallado y escurrido
  • Eneldo picado
  • Unas gotas de aceite de oliva

Todas combinan genial con la suavidad del jamón y el relleno cremoso.

Secretos de cocina

  • Textura ideal del relleno: debe ser espeso pero untuoso; si queda demasiado líquido, añade más huevo duro o queso crema.
  • Refrigeración: cuanto más enfríes los canelones antes de servir, mejor se asentarán los sabores.
  • Decoración: juega con colores: verde (lechuga), rojo (tomate), amarillo (huevo rallado).
  • Porciones: si los sirves como aperitivo, corta cada canelón en tres trozos y colócalos con palillos.

Cómo conservarlos

  • Guarda los canelones cubiertos con film plástico.
  • Duran hasta 48 horas en refrigeración.
  • No se recomienda congelar, ya que el jamón y el relleno pierden textura.

Valor nutricional (por porción)

  • Calorías: 280 kcal
  • Proteínas: 16 g
  • Grasas: 20 g
  • Carbohidratos: 6 g

Son un plato equilibrado, rico en proteínas y bajo en hidratos, ideal para cenas ligeras o dietas sin gluten (si usas mayonesa sin harina).

Acompañamientos ideales

  • Ensalada caprese: tomate, mozzarella y albahaca.
  • Papas al vapor con perejil.
  • Pan tostado o grisines.
  • Gazpacho o sopa fría de melón.

Maridaje

  • Vino blanco seco o afrutado: Sauvignon Blanc o Verdejo.
  • Rosado fresco: ideal para días cálidos.
  • Agua con gas con rodajas de limón si prefieres algo sin alcohol.

El objetivo es mantener la frescura del plato sin opacar el sabor del jamón.

Versión gourmet

Si quieres transformar esta receta en un plato de restaurante:

  • Usa jamón ibérico cocido o fiambre de pavo ahumado.
  • Rellena con una crema de queso ricotta, albahaca y piñones tostados.
  • Rocía con una vinagreta de frambuesas o mango.
  • Añade brotes verdes para decorar.

El contraste entre el salado del jamón y la acidez de la fruta crea una experiencia de sabores única.

Consejos de la abuela

“El secreto de los canelones fríos está en el relleno bien sazonado y el jamón justo de grosor.”

Ni muy fino (se rompe), ni muy grueso (domina el sabor).
Y, como siempre, ingredientes frescos, mayonesa casera y un toque de limón: el alma de los platos fríos de toda la vida.

Curiosidades

  • En Cataluña, los canelones tradicionales se sirven el 26 de diciembre (San Esteban). Pero las versiones frías surgieron como alternativa veraniega.
  • En Argentina y México, este plato se conoce también como rollitos de jamón rellenos.
  • En algunos restaurantes modernos se sirven “canelones de jamón rellenos de mousse de aguacate” como entrante de lujo.

Versión “light” y saludable

Para una opción más ligera:

  • Usa jamón de pavo o pollo bajo en grasa.
  • Sustituye la mayonesa por yogur griego.
  • Añade más verduras (pepino, apio, zanahoria).
  • Acompaña con ensalada de rúcula y vinagreta balsámica.

Tendrás un plato nutritivo, fresco y lleno de sabor sin culpa.

Presentación para eventos

Si quieres preparar los canelones fríos para una fiesta o bufé, prueba esto:

  1. Córtalos en porciones pequeñas y coloca palillos decorativos.
  2. Sirve en bandejas frías sobre hojas de lechuga.
  3. Añade huevito rallado o pimiento encima para dar color.
  4. Acompaña con cuencos de salsas variadas.

Visualmente lucen espectaculares, y su sabor, ¡garantiza que se acaben los primeros!

La magia de los canelones fríos

Hay algo encantador en la sencillez de este plato.
Cada rollito combina:

  • La suavidad del jamón,
  • La cremosidad del relleno,
  • La frescura de las verduras,
  • Y la satisfacción de comer algo ligero pero lleno de sabor.

Además, se preparan sin estrés, sin horno, sin prisas.
Un plato que te permite disfrutar de la cocina sin complicaciones, ideal para el calor o para sorprender a tus invitados con una propuesta distinta.

Tiempo total

  • Preparación: 25 minutos
  • Reposo: 1 hora (opcional, pero recomendable)
  • Total: 1 hora 25 minutos

Conclusión

Los Canelones Fríos de Jamón Cocido son un ejemplo perfecto de cómo la cocina casera puede ser fácil, elegante y deliciosa al mismo tiempo.

Frescos, equilibrados y con una presentación vistosa, se adaptan a cualquier ocasión:
desde una cena veraniega en el jardín hasta una comida festiva con invitados.

Con ingredientes simples —jamón, queso crema, huevo, verduritas— logras un plato lleno de color y sabor.
Y lo mejor: se preparan en minutos y siempre quedan bien.

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