Canelones de Carne Picada y Salsa Bechamel

Pocas cosas despiertan tanta nostalgia como una fuente humeante de canelones recién salidos del horno. Su aroma a carne guisada, bechamel cremosa y queso fundido es capaz de llenar la casa de calidez y recuerdos.
Los canelones son una de esas recetas que, aunque nacidas en Italia, han sido adoptadas con pasión en muchos países, especialmente en España y América Latina, donde forman parte de celebraciones familiares, comidas de domingo y mesas navideñas.

Pero más allá de la tradición, los canelones de carne picada con salsa bechamel son un plato que conquista por su equilibrio perfecto entre sabores: la suavidad de la pasta, la jugosidad del relleno y la cremosidad envolvente de la bechamel. Todo rematado con una capa dorada de queso gratinado que hace irresistible cada bocado.

Hoy te enseño a prepararlos paso a paso, con consejos de abuela y pequeños secretos para que te salgan jugosos, equilibrados y llenos de sabor.

Tiempo total aproximado

  • Preparación: 40 minutos
  • Cocción: 30 minutos
  • Total: 1 hora y 10 minutos
  • Rinde para: 4 personas

Ingredientes

🔸 Para los canelones:

  • 12 láminas de canelones (pueden ser precocidas o tradicionales)
  • 400 g de carne picada (mitad cerdo, mitad ternera o solo una variedad, según tu gusto)
  • 1 cebolla mediana, bien picada
  • 2 dientes de ajo
  • ½ pimiento rojo (opcional, pero da un sabor muy sabroso)
  • 1 zanahoria mediana, rallada o finamente picada
  • 2 cucharadas de tomate frito o salsa de tomate natural
  • 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • Sal y pimienta negra recién molida
  • ½ cucharadita de orégano seco
  • ½ cucharadita de nuez moscada
  • 1 huevo (opcional, ayuda a ligar el relleno)
  • Queso rallado para gratinar (puede ser mozzarella, emmental, parmesano o una mezcla)

🔸 Para la salsa bechamel:

  • 50 g de mantequilla
  • 50 g de harina de trigo
  • 500 ml de leche entera (a temperatura ambiente o tibia)
  • Sal y pimienta negra al gusto
  • Una pizca de nuez moscada

Paso a paso detallado

1. Preparar las láminas de canelones

Si tus láminas son precocidas, bastará con sumergirlas unos minutos en agua caliente, según indique el envase. Si son tradicionales, deberás hervirlas en agua con una pizca de sal y un chorrito de aceite durante unos 10 minutos.
Cuando estén listas, escúrrelas y colócalas extendidas sobre un paño limpio y húmedo para que no se peguen entre sí.

👉 Consejo: No las cocines demasiado, porque luego se terminarán de hacer en el horno. Lo ideal es que queden al dente.

2. Preparar el relleno de carne

  1. Calienta el aceite de oliva en una sartén amplia a fuego medio.
  2. Añade la cebolla picada y sofríe hasta que esté transparente y ligeramente dorada.
  3. Incorpora los ajos picados y deja que suelten su aroma durante unos segundos.
  4. Agrega la zanahoria rallada y el pimiento rojo, y cocina 3-4 minutos más. Estos ingredientes aportarán dulzura natural y un sabor más equilibrado.
  5. Añade la carne picada. Remueve bien con una cuchara de madera para que no queden grumos y se cocine de manera uniforme.
  6. Salpimenta al gusto y deja que se dore.
  7. Cuando la carne cambie de color, añade el tomate frito y el orégano. Cocina a fuego medio-bajo durante unos 5 minutos, para que la salsa se integre bien y la carne quede jugosa.

💡 Truco de abuela:
Si te gusta un relleno más tierno y meloso, añade 2 cucharadas de leche o un chorrito de vino blanco y deja que se evapore el alcohol. La carne quedará mucho más sabrosa.

  1. Finalmente, deja que el relleno se enfríe un poco. Si lo deseas, añade un huevo batido cuando esté templado. Esto hará que el relleno quede más compacto y fácil de manipular.

3. Preparar la salsa bechamel

La bechamel es una de las claves del éxito. Debe quedar suave, cremosa y sin grumos.

  1. Derrite la mantequilla en un cazo a fuego medio.
  2. Agrega la harina de golpe y remueve con unas varillas durante 1-2 minutos. Este paso es fundamental: así eliminas el sabor crudo de la harina.
  3. Vierte poco a poco la leche, sin dejar de batir. Al principio puede parecer que se forman grumos, pero desaparecerán si mantienes el ritmo de las varillas.
  4. Cocina la salsa durante unos 8-10 minutos, removiendo constantemente, hasta que tenga una textura cremosa y brillante.
  5. Añade sal, pimienta y nuez moscada al gusto.

👉 Consejo: Si te queda demasiado espesa, puedes añadir un chorrito más de leche. Si por el contrario está muy líquida, déjala hervir unos minutos más.

4. Rellenar los canelones

  1. Coloca una porción del relleno de carne sobre cada lámina de pasta.
  2. Enrolla con cuidado y colócalos en una fuente de horno ligeramente engrasada con mantequilla o aceite.
  3. Repite el proceso hasta completar todos los canelones.

💡 Si prefieres un resultado más fino, puedes colocar una base de bechamel en el fondo antes de poner los canelones. Así no se pegarán y quedarán más cremosos.

5. Cubrir con bechamel y queso

  1. Cubre los canelones con la salsa bechamel de manera uniforme.
  2. Espolvorea abundante queso rallado por encima.
  3. Si te gusta un toque extra dorado, añade un poco de pan rallado mezclado con el queso.

6. Hornear

  1. Precalienta el horno a 200 °C (calor arriba y abajo).
  2. Hornea los canelones durante 25-30 minutos, o hasta que la superficie esté dorada y burbujeante.
  3. Para un acabado perfecto, en los últimos 5 minutos cambia a modo gratinador.

7. Servir

Deja reposar los canelones unos 5 minutos antes de servir. Esto permite que se asienten los sabores y sea más fácil cortarlos sin que se desarmen.

Sirve con un poco de perejil fresco picado o unas hojitas de albahaca para decorar.

Consejos y trucos infalibles

  1. Elige buena carne.
    Una mezcla de cerdo y ternera da como resultado un relleno más jugoso. Si usas solo ternera, añade un chorrito de aceite o un poco de panceta picada.
  2. No sobrecargues el relleno.
    Si los canelones están demasiado llenos, se abrirán en el horno. Basta con una cucharada generosa por lámina.
  3. Evita que la pasta se pegue.
    Siempre colócala sobre un paño húmedo y añade una fina capa de bechamel o tomate en el fondo de la fuente.
  4. No escatimes con el queso.
    El gratinado es el alma del plato. Usa una mezcla de mozzarella (por su elasticidad) y parmesano (por su sabor intenso).
  5. Hazlos con antelación.
    Puedes montar los canelones la víspera, cubrirlos con papel film y guardarlos en la nevera. Solo tendrás que añadir la bechamel y el queso antes de hornear.

Historia y curiosidades

Los canelones (cannelloni) tienen su origen en Italia, concretamente en la región de Emilia-Romaña, cuna de la lasaña, los tortellini y otras joyas de la pasta.
Su nombre proviene del italiano “canna”, que significa “caña”, en alusión a su forma tubular.

Tradicionalmente, los canelones se preparaban los domingos, cuando las familias italianas se reunían alrededor de la mesa para compartir pasta rellena de carne, verduras o ricotta.

Curiosamente, en Cataluña se adoptó esta receta con entusiasmo, y hoy en día los “canelons de Sant Esteve” (que se preparan el 26 de diciembre) son una tradición navideña muy querida. Se elaboran con las sobras del asado del día de Navidad, picadas y envueltas en pasta, bañadas con bechamel y gratinadas al horno.

Variaciones deliciosas

  1. Canelones de Pollo y Verduras:
    Sustituye la carne picada por pollo cocido desmenuzado y añade espinacas o champiñones.
  2. Canelones de Atún:
    Perfectos para una versión más ligera. Mezcla atún con tomate frito, cebolla y huevo duro picado.
  3. Canelones Vegetarianos:
    Rellénalos de espinacas, ricotta y nueces o con una mezcla de berenjena, calabacín y zanahoria.
  4. Canelones con Salsa de Tomate:
    En lugar de bechamel, cúbrelos con una buena salsa napolitana y un toque de queso parmesano.
  5. Canelones con Bechamel de Queso Azul:
    Si te gustan los sabores fuertes, añade un trocito de queso azul a la bechamel mientras la cocinas.

Maridaje perfecto

Un plato tan sabroso como este merece un vino que le acompañe a la altura:

  • Si usas carne de ternera y cerdo, un vino tinto joven o crianza (Tempranillo o Merlot) será ideal.
  • Si optas por una versión más ligera o vegetariana, un vino blanco seco o un rosado fresco funcionará de maravilla.

Y para los que prefieren algo sin alcohol, un mosto de uva roja o una limonada casera con hierbas aromáticas aportará el toque refrescante perfecto.

Acompañamientos sugeridos

  • Ensalada verde con vinagreta ligera: le aporta frescor y contrasta con la cremosidad del plato.
  • Pan rústico o focaccia casera: ideal para “rebañar” la salsa.
  • Verduras al vapor o asadas: zanahorias, brócoli o calabacín combinan estupendamente.

Conservación

  • En la nevera: Guarda los canelones tapados hasta 3 días.
  • En el congelador: Puedes congelarlos (ya horneados o sin hornear) durante 1 mes.
    Para recalentarlos, hornéalos a 180 °C directamente sin descongelar, cubiertos con papel de aluminio.

Pequeños secretos del éxito

  • Relleno sabroso, no seco: el tomate y la zanahoria aportan humedad natural.
  • Bechamel cremosa: no la dejes demasiado espesa; al enfriar siempre gana densidad.
  • Gratinado dorado: usa queso rallado recién hecho, no el industrial seco.
  • Presentación: sirve los canelones en una fuente de cerámica o barro, que mantiene mejor el calor y realza su sabor casero.

Reflexión final

Preparar canelones de carne picada y bechamel es mucho más que cocinar un plato; es crear un momento de hogar.
El aroma que se desprende del horno mientras el queso se funde y burbujea es pura magia culinaria. Es la receta que reúne a la familia alrededor de la mesa, que invita a repetir y que deja sonrisas después de cada bocado.

No hace falta ser chef profesional: con ingredientes sencillos y cariño, estos canelones pueden convertirse en tu plato estrella.

Y si los haces una vez, seguro que repetirás.

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