Roles de Canela Caseros

Introducción

Pocos aromas en la cocina pueden competir con el perfume dulce, cálido y envolvente de los roles de canela recién horneados. Ese olor a masa tierna, mantequilla y canela derritiéndose lentamente en el horno despierta los sentidos, el apetito y los recuerdos. Este postre, originario del norte de Europa pero perfeccionado en América del Norte, es hoy un clásico universal.

El rol de canela, también conocido como cinnamon roll o cinnamon bun, combina una masa suave y aireada con un relleno de canela, azúcar y mantequilla que se carameliza durante la cocción, creando un interior húmedo y aromático. Para coronar esta delicia, se cubre con un glaseado cremoso de queso o vainilla que se derrite suavemente sobre los panecillos aún tibios.

En esta receta aprenderás no solo a prepararlos, sino también a entender cada etapa: desde cómo lograr una masa esponjosa, cómo enrollarla perfectamente y cómo hornearlos para que queden suaves por dentro y dorados por fuera. También descubrirás algunas variantes con chocolate, manzana o calabaza, y una versión exprés sin levado largo.

Ingredientes (para 10-12 roles medianos)

Para la masa:

  • 500 g de harina de trigo de fuerza (de panadería)
  • 10 g de levadura seca de panadero (o 25 g de levadura fresca)
  • 250 ml de leche tibia
  • 80 g de azúcar
  • 1 huevo grande
  • 1 yema de huevo
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla
  • 80 g de mantequilla derretida
  • ½ cucharadita de sal

Para el relleno de canela:

  • 100 g de mantequilla blanda (a temperatura ambiente)
  • 120 g de azúcar moreno
  • 2 cucharadas de canela en polvo
  • (Opcional) 1 pizca de nuez moscada para intensificar el aroma

Para el glaseado clásico:

  • 100 g de queso crema (tipo Philadelphia)
  • 50 g de mantequilla blanda
  • 100 g de azúcar glas
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla
  • 1 cucharada de leche (ajusta la consistencia)

Paso a paso: preparación completa

Activar la levadura

En un bol pequeño, mezcla la levadura seca con una parte de la leche tibia (unos 50 ml) y una cucharadita de azúcar.
Deja reposar durante 10-15 minutos hasta que se forme una espuma densa en la superficie.

💡 Si no aparece espuma, la levadura está inactiva; repite con otra.

Preparar la masa

En un bol grande (o en la batidora con gancho de masa):

  1. Coloca la harina y la sal.
  2. Haz un hueco en el centro y añade el azúcar, el huevo, la yema, la vainilla, la mantequilla derretida y la leche con la levadura.
  3. Comienza a mezclar con una cuchara de madera hasta integrar los ingredientes.
  4. Amasa unos 10 minutos hasta que la masa esté elástica, lisa y se despegue de las manos.

💡 Si usas amasadora, bastarán unos 6-7 minutos a velocidad media.

La textura ideal es suave pero no pegajosa. Si está muy húmeda, añade un poco más de harina (una cucharada a la vez).

Primer levado

Forma una bola con la masa, colócala en un bol ligeramente engrasado, cúbrela con un paño y deja reposar en un lugar cálido durante 1 hora o hasta que duplique su tamaño.

🕰️ Si tu cocina está fría, puedes meter el bol en el horno apagado con una taza de agua caliente dentro para crear un ambiente cálido.

Durante este tiempo, la levadura trabajará y llenará la masa de aire, lo que dará esa textura tan esponjosa característica.

Preparar el relleno de canela

Mientras leva la masa, mezcla en un cuenco la mantequilla blanda, el azúcar moreno y la canela en polvo.
Bate con una espátula hasta obtener una pasta cremosa y homogénea.
Este relleno será el corazón del rollo, el que aporta el sabor intenso y el color dorado.

💡 Puedes añadir 1 cucharadita de miel o jarabe de arce si quieres un toque más pegajoso.

Formar los roles

  1. Cuando la masa haya levado, ponla sobre una superficie ligeramente enharinada.
  2. Estírala con un rodillo formando un rectángulo de unos 40×30 cm.
  3. Unta toda la superficie con la mezcla de mantequilla y canela, dejando un pequeño borde sin cubrir en uno de los lados largos (para sellar luego).
  4. Enrolla la masa desde el lado más largo hasta formar un cilindro apretado.
  5. Corta el rollo en rodajas de unos 3 cm de grosor con un cuchillo afilado o hilo dental sin sabor (truco clásico para no deformar la masa).

Coloca cada rodaja sobre una bandeja forrada con papel de horno o en un molde circular, dejando espacio entre ellos para que crezcan.

Segundo levado

Cubre los roles con un paño limpio y deja reposar otros 30-45 minutos hasta que vuelvan a duplicar su tamaño.
Este segundo levado es clave para que queden ligeros y aireados al hornear.

💡 Si quieres hornearlos al día siguiente, puedes cubrirlos con film y refrigerarlos toda la noche. Por la mañana, déjalos a temperatura ambiente 1 hora antes de hornear.

Horneado perfecto

Precalienta el horno a 180 °C (calor arriba y abajo).
Hornea durante 20-25 minutos, hasta que estén dorados en la superficie y bien cocidos por dentro.
Si ves que se doran demasiado rápido, cúbrelos con papel aluminio los últimos minutos.

🧡 El aroma que invadirá tu cocina será absolutamente irresistible.

Preparar el glaseado

Mientras se hornean los roles, bate todos los ingredientes del glaseado (queso crema, mantequilla, azúcar glas, vainilla y leche) hasta obtener una crema suave y brillante.

Cuando los roles salgan del horno, deja reposar 5 minutos y extiende el glaseado sobre ellos aún tibios para que se derrita ligeramente y penetre entre las capas.

El resultado final

Los roles de canela deben quedar:

  • Dorados por fuera
  • Tiernos y esponjosos por dentro
  • Con un relleno húmedo, caramelizado y perfumado
  • Cubiertos por una capa cremosa y dulce que equilibra el sabor de la canela

Cada bocado es una mezcla de textura, calidez y dulzura. Perfectos para el desayuno, la merienda o acompañar un café en la tarde.

Variantes deliciosas

  1. Roles de canela con chocolate:
    Sustituye la mitad del azúcar moreno por cacao en polvo y añade trocitos de chocolate al relleno.
  2. Roles de manzana y canela:
    Agrega trocitos de manzana salteada con azúcar y canela al interior antes de enrollar.
  3. Roles de calabaza (Pumpkin Rolls):
    Añade 100 g de puré de calabaza a la masa y reduce la leche a 200 ml. Aporta color, sabor y una textura aún más tierna.
  4. Roles glaseados con caramelo:
    En lugar del glaseado clásico, cubre con una mezcla de caramelo y nata líquida al salir del horno. Dulzura absoluta.
  5. Versión rápida sin levado:
    Usa 15 g de polvo de hornear en vez de levadura, y amasa solo hasta integrar. No será igual de esponjoso, pero muy práctico.

Secretos y consejos de panadero

  1. Temperatura ideal de la leche: debe estar tibia (unos 37 °C). Si está caliente, matará la levadura.
  2. Amasado: no tengas prisa; una buena masa requiere trabajo para desarrollar el gluten.
  3. No sobreharines la superficie: si añades demasiada harina al estirar, la masa quedará seca.
  4. Enrolla con firmeza: así el relleno no se escapa durante el horneado.
  5. Usa mantequilla real: el sabor del rol depende mucho de su calidad.
  6. Levado lento en frío: si los dejas en la nevera toda la noche, los sabores se intensifican y la textura mejora.
  7. Glasea en caliente: el calor derrite ligeramente el glaseado y lo hace penetrar en la masa.

Un poco de historia dulce

Los roles de canela tienen raíces escandinavas, especialmente en Suecia, donde se conocen como “kanelbullar”. Allí se consumen desde principios del siglo XX y tienen incluso un día nacional: el “Kanelbullens dag” (Día del bollo de canela), celebrado cada 4 de octubre.

La receta viajó a Norteamérica con los inmigrantes europeos, donde evolucionó hacia versiones más ricas y dulces, con glaseados de crema o vainilla. Hoy son un símbolo de la repostería casera y del confort: cálidos, suaves y reconfortantes, representan el placer de la cocina tradicional.

Cómo disfrutarlos

  • Recién hechos, con el glaseado aún derretido, acompañados de café o chocolate caliente.
  • Tibios, con una bola de helado de vainilla encima.
  • Recalentados unos segundos en el microondas, para recuperar su textura suave.
  • En el desayuno de domingo, en una bandeja grande para compartir con familia o amigos.

Conservación y congelado

  • A temperatura ambiente: en un recipiente hermético duran 2-3 días.
  • En nevera: hasta 5 días (recalienta antes de servir).
  • Congelados: una vez horneados y fríos, guárdalos hasta 2 meses. Para servir, descongela y calienta 10 minutos a 150 °C.

💡 También puedes congelar la masa ya formada, antes de hornear. Cuando quieras usarlos, descongela lentamente en la nevera y deja levar 1 hora antes del horno.

Conclusión

Preparar roles de canela caseros es una experiencia sensorial completa: el tacto de la masa suave, el aroma de la canela, el dorado del horno y el placer de ver cómo se derrite el glaseado. Es una receta que combina técnica, paciencia y amor, y que recompensa con uno de los sabores más reconfortantes del mundo.

Cada rollo es un abrazo dulce, un gesto de cariño y una invitación a disfrutar sin prisas. No hay prisa cuando se cocina algo tan delicioso: solo el placer de crear y compartir.

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